LLAMAMIENTO A LA ACCIÓN Y A LA MOVILIZACIÓN MASIVAS

 

Posted: noviembre 3, 2011 by cronicadesociales in Información Internacional


Etiquetas: movimientos socialesVía Campesina

 

Día Mundial de la Soberanía Alimentaria para Enfriar la Tierra

5 de diciembre de 2011, Durban (Sudáfrica)


Apelamos a todos los movimientos y organizaciones campesinos, trabajadores rurales, sin tierras y a todo el movimiento por la soberanía alimentaria para que se unan a nosotros en un día mundial de acción masiva el 5 de diciembre de 2011, durante la movilización de la sociedad civil de la COP17 en Durban (Sudáfrica).


La humanidad se enfrenta a una crisis alimentaria, económica y ecológica arraigada en el sistema capitalista neoliberal de producción, distribución y consumición. Estas crisis múltiples ponen de relieve los límites de la producción capitalista neoliberal. Las multinacionales y los Gobiernos presentan falsas soluciones al cambio climático y secuestran la Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas (COP17), también llamada Conferencia de los Contaminantes, que se va a celebrar en Durban (Sudáfrica).


Estas élites empresariales, los Gobiernos occidentales y el sistema neoliberal capitalista responsable de generar la crisis nos presentan falsas soluciones. El cambio climático golpeará en particular a los países del sur y a África. Los científicos prevén que el continente africano se seque y se caliente aún más y más rápido que otras regiones del planeta, a pesar de que África es la que menos ha contribuido al calentamiento global. Esto tendrá un fuerte impacto en la agricultura, que es con lo que se ganan la vida buena parte de las familias africanas. Habrá pérdidas en la cosecha de los alimentos básicos del continente, como el maíz, el sorgo, el mijo, la mandioca, etc., debido al aumento de la temperatura.


La agricultura y producción industriales son responsables del calentamiento global, el hambre, el despojo de tierras y los desplazamientos masivos de agricultores, trabajadores rurales y comunidades indígenas de todo el continente.


En Sudáfrica, el país organizador, en sus 17 años de democracia, ha echado a la calle a millones de residentes y trabajadores agrícolas de granjas comerciales, solo se ha traspasado el 5 % de la tierra agrícola a ciudadanos negros y millones de personas de zonas rurales y urbanas sufren de inseguridad alimentaria y nutricional. En la actualidad, este país es la sociedad más desigual del mundo. Las mujeres de Sudáfrica en particular son las que han sentido con más dureza el impacto de estas relaciones desiguales y la exclusión.


Las soluciones que proponen estas empresas y Gobiernos ya nos llevan de camino a una recolonización de África y de los países del sur con apropiaciones masivas de tierras y la imposición de una nueva revolución verde.


En lugar de encontrar soluciones reales a la crisis climática y ecológica a la que se enfrenta la humanidad, la reunión de la COP17 de Durban es una plataforma para que las empresas, a través de sus Gobiernos, aceleren la completa mercantilización de la naturaleza. Estos vergonzosos planes presentados como soluciones incluyen, entre otras medidas, la promoción de semillas modificadas genéticamente, los biocombustibles, el comercio de carbono, la agricultura climáticamente inteligente y la Reducción de Emisiones de la Deforestación y la Degradación de Bosques (REDD).


Por qué el Día de la Agroecología y la Soberanía Alimentaria


Como agricultores, trabajadores agrícolas y mujeres y hombres sin tierras, tenemos que movilizarnos a través de la acción directa contra estas falsas soluciones, para exponer su vergonzoso propósito y las catastróficas consecuencias para el continente y para el sur. En la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, que tuvo lugar en Bolivia en abril de 2010 y que resultó en el Acuerdo de los Pueblos de Cochabamba, se ofrecieron soluciones reales para frenar el cambio climático, que fueron ignoradas por completo por los Gobiernos. La soberanía alimentaria y la agroecología son las soluciones reales de los agricultores y los trabajadores para acabar con el cambio climático.


Apelamos a los campesinos y campesinas, trabajadores, sin tierras y a todos los movimientos sociales para que se unan a nosotros en Durban y en todo el mundo el 5 de diciembre de 2011, para pedir un cambio en todo el sistema capitalista. La lucha contra el cambio climático es una lucha contra el capitalismo neoliberal, la falta de tierras, el despojo, el hambre, la pobreza y la desigualdad. La crisis del planeta necesita que emprendamos acción directa. Durante el Día de la Agroecología y la Soberanía Alimentaria organizaremos marchas de protesta pública contra la conferencia de los contaminantes y emprenderemos acciones contra empresas multinacionales como Monsanto, que socavan la soberanía de nuestras semillas. Estas marchas y acciones culminarán en una masiva Asamblea de los Oprimidos, en la que se debatirán las formas de acabar con este sistema injusto. Será un día de acciones continuas con las que agricultores y trabajadores de todo el continente africano, junto con movimientos sociales de todo el mundo, pedirán:

  • ·         una auténtica reforma agraria a favor de la soberanía alimentaria;
  • ·         la revolución agroecológica como solución contra el cambio climático;
  • ·         la reestructuración de todo el sistema alimentario;
  • ·         una participación completa e igualitaria de las mujeres en el nuevo sistema alimentario y en la totalidad de la sociedad;
  • ·         la construcción de un sistema alimentario basado en las necesidades humanas;
  • ·         el fin del control de las multinacionales sobre nuestros recursos genéticos;
  • ·        

Apelamos a todos los movimientos de campesinos, campesinas, trabajadores rurales a que se movilicen y emprendan una acción local directa en toda localidad del mundo en el Día de la Agroecología y la Soberanía Alimentaria.


¡Reclama justicia climática!

¡Nuestro planeta no está en venta!

¡No a la Conferencia de los Contaminantes!

¡Defiende a la Madre Tierra!

¡África no está en venta!

¡No a la recolonización de África!


Este llamamiento lo convocan y lo firman las siguientes organizaciones:


LA VIA CAMPESINA

AGRARIAN REFORM FOR FOOD SOVEREIGNTY CAMPAIGN, SUDÁFRICA

SURPLUS PEOPLE PROJECT (SPP), SUDÁFRICA

TRUST FOR COMMUNITY OUTREACH AND EDUCATION (TCOE), SUDÁFRICA WOMEN ON FARM, SUDÁFRICA

EASTERN AND SOUTHERN AFRICA SMALL SCALE FARMERS’ FORUM (ESAFF)

ESAFF ZIMBABWE

ESAFF UGANDA

ROPPA (Red de organizaciones campesinas y de productores de la región Oeste de África)



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Analisis. Reducción de las Emisiones por
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Asunto: [Prensa-rmalc] DECLARACION FORO ALTERNATIVO SOBRE CAMBIO CLIMATICO

Minga Informativa de Movimientos Sociales

Panamá, 2 de octubre de 2011 

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Declaración del Foro Alternativo sobre Cambio Climático

Miembros de comunidades y organizaciones sociales campesinas, pueblos indígenas, afrodescendientes, académicos, estudiantes, mujeres, de la región mesoamericana, reunida en ocasión del Foro Alternativo sobre Cambio Climático, realizado en la ciudad de Panamá, del 1 al 2 de octubre de 2011


Considerando:


1. Que la crisis del cambio climático, generada por la industria y agroindustria contaminante de los países industrializados, el uso de combustibles fósiles, es una realidad y sus efectos son palpables en todo el planeta, especialmente en los pueblos con menos responsabilidad en la existencia de las causas del cambio climático.


2. Que los pueblos del mundo nos movilizamos en la búsqueda de alternativas ante la indiferencia de los gobiernos con las necesidades de los pueblos. Que tal exclusión plantea un fuerte cuestionamiento al principio de representatividad, pues en tal condición los Estados no representan a sus poblaciones, ni podrán representarlos mientras siga el colonialismo interno de los pueblos diversos que viven dentro de las fronteras de los Estados y la subordinación a los intereses de los poderes públicos de los Estados a los centros de poder político, económico y militar: las corporaciones transnacionales e Instituciones Financieras (Banco Mundial y Fondo Monetario).


3. Que las conversaciones oficiales en el marco de la Conferencia sobre Cambio Climático, desarrolladas del 1 al 7 de octubre en ciudad de Panamá, a pesar de ser pagadas con los dineros de los Estados que son fruto del trabajo de sus pueblos, se realizan de manera cerrada, excluyente y antidemocrática.


4. Que el carácter antidemocrático de la Conferencia sobre Cambio Climático bloquea las posibilidades de diálogo entre saberes y la participación de las víctimas para encontrar soluciones reales al problema global del cambio climático, limitando las opciones a acciones que no solucionan el problema por no atender las causas políticas, económicas y culturales del mismo.


5. Que la Conferencia sobre Cambio Climático reduce el problema a una escogencia de opciones de mitigación, adaptación y financiamiento presentadas en lenguajes no accesibles para la mayoría de las personas, en un ambiente burocratizado y tecnocrático, bajo un falso discurso ambientalista pero con una racionalidad estrictamente economicista en la toma de decisiones, encadenados a las asimetrías de poder de la “comunidad internacional”, sin considerar la justicia de las opciones y el sistema de pensamiento político y económico del cual surgen.


6. Que como habitantes del planeta, hijos de la Madre Tierra, tenemos el deber de cuestionar, debatir y proponer sobre este tema de importancia superior para la humanidad en el planeta.


Declaramos:


1. Los procesos económicos promovidos desde el sistema capitalista depredador y contaminante se basa en violaciones a los derechos humanos de pueblos indígenas originarios, comunidades campesinas, pescadores artesanales y un número cada vez mayor de personas, a través del despojo y la explotación en proyectos extractivos, energéticos o actividades innecesarias o improductivas destinadas al lucro y la satisfacción de los deseos de una minoría de la humanidad, con consecuencias ecológicas que también atentan contra los derechos humanos de las víctimas.


2. Una de estas consecuencias es la crisis climática que nos reúne, a partir de la cual se quieren imponer bajo el discurso de desarrollo, falsas soluciones a los pueblos, como los mercados de carbono, “mecanismos de desarrollo limpio”, REDD entre otros, basada en la misma lógica de lucro, especulación, acaparamiento de bienes comunes y explotación de las mayorías.


3. Entre las consecuencias de la actividad económica orientada bajo la lógica dominante de lucro, competencia y crecimiento económico, y la crisis climática que ésta ha generado, están la deforestación, pérdida de la capacidad productiva de la tierra, inundaciones, sequías, alteraciones en las temperaturas y en los patrones de las estaciones seca y lluviosa, pérdida de cosechas necesarias para la alimentación y uso de alimentos para otros fines, contaminación química y biológica de los alimentos, pérdida de ingresos familiares y comunitarios, desnutrición que provoca bajo rendimiento académico, pérdidas de plantas medicinales y árboles para construir hogares y medios de transporte necesarios y armoniosos con la naturaleza, derretimiento de hielos polares, aumento en el nivel de los mares, sobreexplotación y extinción de especies animales y vegetales de tierras y aguas que constituyen la base alimenticia de pueblos, encarecimiento de precios, aumento de la contaminación, disminución de caudales de ríos, plagas y enfermedades, y en general una disminución en las condiciones de vida de los pueblos.


4. Estas consecuencias afectan a toda la humanidad, sin distinción de clase social, etnia, lugar de residencia, genero, ideología, o cualquier otra señal de diferencia, pero impacta con especial crudeza en los grupos humanos tradicionalmente más explotados: indígenas, afrodescendientes, campesinos, pobres urbanos, mujeres, migrantes, niños y niñas, incluyendo las generaciones futuras de seres humanos.


5. Los gobiernos así como los organismos internacionales, no responden a las necesidades de los habitantes de los Estados, ni defienden sus intereses, no los educan como sujetos con derechos sino como factores de producción y consumidores, individuos indiferentes, sometidos, sin espacios de creación, no defienden nuestra libertad, nuestros derechos, la tierra y la soberanía alimentaría de los pueblos más que la libertad de la empresa capitalista, los derechos de las sociedades anónimas, el acaparamiento de bienes comunes y la seguridad jurídica de los inversionistas. No nos informan, no nos consultan, no nos respetan, no nos representan.


6. El deterioro o destrucción de la naturaleza, esencia de la vida, empobrece la relación con la Madre Tierra, debilita visiones y conocimientos ancestrales de los pueblos, ocultos o negados por la llamada modernidad occidental, capaces de brindar respuestas reales para enfrentar la crisis climática.


Proponemos:


1. Reconocer a la Madre Tierra como fuente única de la vida y forjar un nuevo sistema basado en los principios de equilibrio entre todos y con todo, complementariedad, solidaridad, y equidad, bienestar colectivo y satisfacción de las necesidades fundamentales de todos respetando los derechos de la Madre Tierra, reconocimiento de la dignidad humana y respeto a los derechos humanos, eliminación de toda forma de colonialismo, imperialismo e intervencionismo, paz y justicia entre los pueblos y con la Madre Tierra.


2. Pensar el desarrollo y realizar las acciones tendientes al mismo, lejos del paradigma del crecimiento económico y la competencia entre países y personas, apegados al paradigma de la economía solidaria, buen vivir, del bienestar y realización integral del ser humano en armonía con la comunidad y la naturaleza. En tal sentido, rechazamos el desarrollo de proyectos extractivos y energéticos contaminantes y no orientados según los principios antes mencionados.


3. Pensar la política como la necesidad de construir democracia real para atender efectivamente los problemas de la comunidad, y la democracia como la participación de las personas y los pueblos, la cual es imposible sin la realización de todos los derechos individuales y colectivos, especialmente los derechos económicos, sociales y culturales, respetando los derechos de la Madre Tierra que es la base de toda posibilidad humana.


4. Construir democracia mediante la promoción de la participación y el desarrollo de mecanismos para tal fin, exigiendo el uso y efectividad de aquellos existentes para que la población decida en distintas escalas territoriales sobre distintos temas de su interés, mediante el conocimiento y la defensa de los derechos humanos y las leyes, la difusión de información a las comunidades, el uso y/o creación de medios de comunicación, el fortalecimiento de las autonomías, la autogestión, la educación, la organización y coordinación entre movimientos comunitarios, sociales, de la sociedad civil y otros enfoques afines a los principios expresados en esta declaración.


5. Desarrollar programas de agricultura orgánica, urbana y familiar, métodos tradicionales de producción, agroturismo, inventarios y bancos de semillas nativas, revitalizar la producción ancestral, rescate y defensa de las tierras, aguas y territorios, redes de apoyo e intercambio justo de productos sanos y conocimientos entre comunidades y pequeños productores, sistematización y difusión de experiencias exitosas, participación ciudadana y política desde y para la atención y solución de los problemas de las comunidades, considerando especialmente a mujeres, niños, niñas, jóvenes adultos mayores.


6. Exigir políticas, legislaciones y prácticas ambientales para el manejo ecológico de bienes marinos y costeros, protección del agua, ríos y bosques, manejo de desechos, acceso a la información, consulta y participación ciudadana, educación, justicia social y defensoría ambiental, derechos humanos y equidad de género.


7. Rechazar las falsas soluciones al cambio climático, las conferencias cerradas sobre temas que afectan a toda la humanidad, los mecanismos antidemocráticos de decisión en los gobiernos y organismos internacionales, las políticas de libre comercio, el otorgamiento de concesiones para megaproyectos extractivos y energéticos sin interés comunitario que prolongan el despojo y culminan en desplazamientos forzados, y el uso de transgénicos, agrotóxicos y plaguicidas que contaminan y alteran la naturaleza incluyendo al ser humano.


8. Promover y defender programas de soberanía alimentaria, en los que todas las personas y grupos humanos en su diversidad cultural, definen y organizan sus fuentes y modelos de producción de alimentos para acceder a los mismos de manera sostenida, suficiente, segura, solidaria y generalizada, mediante el uso de semillas propias, bienes comunes como agua y tierra, trabajo colectivo y formas tradicionales transmitidas libremente, respetuosas de la tierra, la naturaleza y los derechos de las demás personas, produciendo lo necesario con autosuficiencia, sin contaminación ni restricciones comerciales.


9. Exigimos a los gobiernos que reconozcan, respeten y garanticen la efectiva aplicación de derechos humanos en particular la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, el Convenio 169 de la OIT, entre otros instrumentos pertinentes, en el marco de las negociaciones, políticas y medidas para resolver los desafíos planteados por el cambio climático. En especial, demandamos a los gobiernos a que reconozcan jurídicamente la preexistencia del derecho sobre los territorios indígenas y campesinos, tierras y bienes naturales en las mismas, para posibilitar y fortalecer formas tradicionales de vida y continuar contribuyendo a la solución del cambio climático.


Las soluciones a la crisis climática se encuentran en la actividad cotidiana de las familias, comunidades y pueblos. No se encuentran en grandes discursos y vocabularios incomprensibles que ocultan la realidad de sus causas y efectos promoviéndolos con nombres distintos para seguir haciendo lo mismo sin resolver nada.


Convocamos a apoyar de manera organizada y pacífica, las distintas movilizaciones en el país y la región en conmemoración del 12 de octubre, por la memoria y el futuro, por la soberanía alimentaria y contra la visión neoliberal en la política y por la superación del sistema capitalista.


Convocamos a participar en la semana de Acción Global contra la Deuda Financiera y Ecológica y las instituciones financieras internacionales (Banco Internacional de Desarrollo, Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial del 8 al 16 de octubre.


Convocamos a apoyar de manera organizada y pacífica las actividades de comunidades y organizaciones el 16 de octubre, día internacional de la soberanía alimentaría, en defensa de las semillas nativas y la Madre Tierra.

Convocamos a realizar de manera organizada y pacífica, jornadas de acciones de acuerdo a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible (Río + 20), que se realizará en Brasil del 4 al 6 de junio de 2012.


Exigimos a los gobiernos respeto a nuestras voces y vidas durante la realización de nuestras movilizaciones, actividades y acciones, es la única forma de garantizar el carácter organizado y pacífico de las mismas.


Ríos para la Vida, No para la muerte


La tierra no se vende, se defiende


Somos de esta casa, no importa color ni raza y hay que defenderla ante estas amenazas.


REDD y MDL No, Soberanía Alimentaría Si


Panamá, 2 de octubre de 2011



La agricultura campesina puede enfriar el planeta GRAIN

 

Hay una crisis climática que nos afecta a todos, pero que está golpeando especialmente a los pueblos del campo. Ya casi no es posible predecir las lluvias, llueve cuando no corresponde, pasamos fácilmente de inundaciones a sequías, sufrimos de olas de calor o frío extremo, hay tormentas de viento que antes no se daban, el granizo es más frecuente, el agua está cada vez más escasa, etc. Esto es lo que llaman “cambio climático” o “calentamiento global”. Y su efecto es que cada vez mayor, haciendo más difícil vivir y producir en el campo. Si esta contaminación sigue el clima estará tan alterado que la vida de todos se hará realmente difícil.


Esta crisis o cambio climático se debe a que el aire está contaminado con una serie de gases a los que se les llama “gases invernadero” y que se producen por utilizar petróleo o gasolina, quemar los bosques, destruir los suelos, acumular basuras, criar animales en grandes granjas industriales, etc. Los países del mundo se comprometieron a reducir la contaminación, pero han hecho poco o nada.

En diciembre de 2009 los compromisos debían ser renovados en una reunión de los gobiernos llevada a cabo en Copenhague, pero salieron de allí sin comprometerse a nada. Por ello, el presidente Evo Morales llamó a una Cumbre de los Pueblos sobre Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra. Miles de asistentes provenientes principalmente de organizaciones populares discutieron sobre las verdaderas causas del cambio climático y propusieron soluciones reales. En diciembre de este año (2010) los gobiernos se reunirán nuevamente en Cancún, México. Diversos movimientos sociales, incluidas la CLOC y la Vía Campesina, se preparan para realizar manifestaciones populares para exigir que los gobiernos ataquen las verdaderas causas de los problemas del clima y pongan en marcha soluciones reales.


¿Cuáles son las verdaderas causas de la crisis climática? La Cumbre de los Pueblos concluyó que es el capitalismo, debido a las formas de producción y consumo que promueve y a que pone las ganancias por sobre el bienestar de las personas y de la Madre Tierra en general.

 

La Vía Campesina viene diciendo lo mismo desde el año 2007. También ha dicho que el sistema agrícola-alimentario industrial y el modelo agroexportador que se impone en el mundo es una grave causa de la contaminación que cambia el clima. La Vía Campesina también ha dicho claramente que las campesinas y campesinos del mundo están enfriando el planeta.


El año 2009 GRAIN hizo un estudio para determinar cuánta contaminación producía la gran agricultura y cuánto podían enfriar el planeta las y los campesinos del mundo. Los resultados confirman con creces lo dicho por la Vía Campesina.


El uso de fertilizantes, pesticidas, maquinarias y la destrucción de los suelos provocan algo más de la décima parte de los gases invernadero. Una de las principales causas de la destrucción de los suelos es que ya no se devuelve la materia orgánica al suelo.


La producción animal en grandes granjas y concentraciones es otra gran fuente de contaminación: muchos autores dicen que cerca de la quinta parte de los gases invernadero provienen de allí. Esto se debe a que las grandes granjas de crianza producen miles de toneladas de guano y orina que no pueden devolverse al suelo por ser demasiada cantidad. Al acumularse en grandes concentraciones producen toneladas de metano, uno de los gases más contaminantes.


Otra fuente de metano son las vacas que comen en exceso o comen muy poco. En las granjas industriales las vacas comen a destajo y, en la medida que las familias campesinas tienen menos tierra, sus vacas comen cada vez más mal. Los procesos simultáneos de concentración de la producción animal y la pérdida de tierras por parte de campesinos, pastores y pueblos indígenas provocan entonces calentamiento global.


La deforestación es otra gran fuente de contaminación. La destrucción de los bosques y de los suelos que antes protegían los bosques provoca también casi un quinto de los gases que contaminan y alteran el clima. La mayor causa de deforestación actualmente es la expansión de las grandes plantaciones forestales para producir celulosa, las plantaciones de caña de azúcar y palma aceitera para agrocombustibles y la expansión de los monocultivos de soja para alimentar los animales criados en las grandes granjas.


La contaminación sigue adelante con el procesamiento, comercialización y exportación e importación de alimentos. Alrededor de un tercio de todo el transporte terrestre es para llevar alimentos de un extremo del mundo al otro. El procesamiento industrial de alimentos, los envases y la refrigeración en el transporte, en los supermercados y en la casa producen más de un sexto de todos los gases con efectos sobre el clima. Y todo ello no le agrega nada a la calidad de nuestra alimentación. Por el contrario, el procesamiento industrial nos llena de conservantes, saborizantes, antioxidantes y colorantes que son una amenaza seria a nuestra salud y especialmente a la de los niños. Este es un sistema que, por ejemplo, hace que comamos carne y frutas que pueden tener más de un año de antigüedad.


Por último, los grandes depósitos de basuras -que aumentan mientras más alimentos envasados compremos- producen cerca del 5% de todos los gases invernadero.

Si sumamos todas estas fuentes de gases contaminantes, nos encontramos con que al menos la mitad de los gases invernadero provienen del sistema de producción agrícola y alimentario industrial.


Las alternativas

¿De qué forma la agricultura campesina puede enfriar el planeta? Si la agricultura campesina volviese a ser la agricultura predominante en el mundo, una primera forma de enfriar el planeta sería devolviendo la materia orgánica al suelo. Nada más haciendo eso, la contaminación con gases invernadero se reduciría en al menos un tercio. Con ello además mejorarían los suelos y además los fertilizantes serían innecesarios, porque la materia orgánica que hoy se pierde tiene más nutrientes que todos los fertilizantes que actualmente se consumen.


Una segunda forma de enfriar el planeta sería recuperando todas las prácticas campesinas para hacer una agricultura sin pesticidas, fungicidas o herbicidas

Una tercera forma de reducir la contaminación es desconcentrando la producción animal. Si se apoyara nuevamente la producción integrada y en pequeña escala de cultivos y animales, los animales no producirían montañas contaminantes de guano, sino el guano necesario para fertilizar el suelo. Tampoco necesitarían transportar alimentos para los animales de un extremo del mundo al otro.


Fomentar los mercados locales y más pequeños sería otra manera muy importante de enfriar el planeta. Con ello, comeríamos alimentos más frescos, necesitaríamos menos refrigeración y no se gastaría cantidades absurdas de petróleo en llevarlos al otro lado del mundo. Otro cambio importante es que los mercados locales nos permitirían deshacernos de tanto envoltorio y envase plástico y de procesamientos innecesarios.

Por último, eliminar las plantaciones, proteger e incluso recuperar los bosques sería otro aporte extremadamente importante al enfriamiento del planeta.


Si sumamos todo esto, nos encontramos con que la agricultura campesina e indígena podrían reducir los gases invernadero en hasta un 75%. Con ello, sería posible exigir a los otros sectores productivos que eliminen la contaminación restante e incluso se comience a limpiar la atmósfera de los contaminantes que se han ido acumulando. El planeta, efectivamente, podría ser enfriado. Pero para que la agricultura campesina e indígena pueda hacer su gran aporte se necesitan otras condiciones. Se necesita, por sobre todo, que la tierra esté en manos de los pueblos campesinos e indígenas. Por lo mismo, la Reforma Agraria y la restauración de los territorios indígenas se hace hoy más urgente que nunca, como una forma fundamental de asegurar el futuro de la humanidad y de la Madre Tierra.


Necesitamos formas de investigación, apoyo técnico y crediticio que no amarre a las familias del campo a los agrotóxicos ni a los grandes poderes comercializadores o exportadores. Necesitamos el fin de los tratados de libre comercio para que la agricultura pueda cumplir su papel social fundamental de alimentarnos sanamente. Necesitamos terminar con las políticas que atentan contra las y los pequeños productores y que dejan a las y los jóvenes sin posibilidades de vivir de la agricultura. En otras palabras, necesitamos soberanía alimentaria y comunidades indígenas y campesinas que puedan vivir dignamente de su insustituible trabajo de alimentar a la humanidad.


- GRAIN es una organización no gubernamental que promueve el manejo y uso sustentable de la biodiversidad agrícola con sede en Barcelona, España.


http://www.grain.org

 



LA COMPA RECHAZA EL MERCADO DE CARBONO EN LUCHA CONTRA EL SISTEMA CAPITALISTA.

 

 

Todas y todos al Diálogo Climático en Cancún

 

El sistema capitalista irrumpe en el escenario mundial con múltiples crisis sistémicas. La crisis financiera se profundiza y no se ven signos positivos de recuperación. El andamiaje financiero internacional ya es obsoleto, ha perdido credibilidad y se hace evidente la crisis de las Instituciones Financieras Internacionales (IFI’s) como el Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras organizaciones responsables de la profundización de la situación de pobreza en que viven nuestros pueblos.

 

Nunca antes en la historia de la humanidad, se había registrado una crisis alimentaria como la que viven hoy nuestros países, en la que pierden la vida millones de personas a consecuencia del hambre. El capitalismo y sus trasnacionales, responsables de esta crisis, siguen mejorando sus mecanismos de control sobre las semillas, las tierras

 

y los territorios, las patentes, la producción centralizada de las semillas transgénicas con impactos irreversibles en la contaminación genética y de especies nativas.

 

El exceso de Los agroquímicos provoca daños físicos irreparables en poblaciones enteras, y destruye la biodiversidad del planeta limitando las posibilidades de adaptación y reproducción de la vida. La violación de la soberanía alimentaria y la necesidad de transportar alimentos a grandes distancias, en lugar de favorecer su producción local, acelera el uso de hidrocarburos y por consecuencia, la emisión de Gases Efecto Invernadero (GEI). La crisis energética de este sistema petroadicto nos conduce a conflictos entre naciones, e incluso se llega a la búsqueda de supuestas salidas “ambientales” que conciben el sostenimiento del sistema con agrocombustibles, mientras sigue sin resolverse la profunda crisis alimentaria que vive el planeta. Esta contradicción muestra la insostenibilidad de un sistema que reproduce con cada falsa solución que propone a los problemas que ha creado, nuevos y mayores problemas a resolver, en un círculo vicioso donde las grandes mayorías son cada vez más afectadas y donde se acelera la acumulación del capital en trasnacionales cada vez más poderosas.

 

De este modo se expresa claramente la crisis del sistema de dominación capitalista en sus múltiples dimensiones, políticas, económicas, culturales.

 

Millones de personas abandonan sus países en busca de empleos dignos, de garantías educativas, laborales y de salud. Obligados a vivir en situaciones de precariedad; dejan atrás sus hogares de siempre, siendo forzados a convertirse en migrantes, obligados al desarraigo de sus territorios y culturas, en búsqueda de sobrevivencia, al tiempo en que estallan, incluso en los países desarrollados, movilizaciones sociales de protesta por las medidas económicas impuestas, que generalmente conducen a una mayor pérdida de todos estos derechos humanos elementales.

 

La crisis política se manifiesta no sólo en la falta de credibilidad en las instituciones y estructura del Estado. El ordenamiento jurídico facilita a la clase política el beneficio de otorgar a los grandes capitales trasnacionales y nacionales todos los privilegios, en lugar de gobernar para defender los intereses de las mayorías. La impunidad, ingobernabilidad y falta de acceso a la justicia imperan.

 

Naciones Unidas como foro político mundial, colapsa. Resulta incompetente para subsanar y evitar los grandes problemas que aquejan al mundo. Ante sus ojos continúan las masacres humanas, el hambre se propaga, los genocidios siguen teniendo lugar, se incumplen acuerdos como los de la creación del estado palestino y el levantamiento del bloqueo a Cuba, las guerras se intensifican, las mayorías siguen siendo cada vez más empobrecidas, mientras las oligarquías del mundo se enriquecen cada vez más desde esa pobreza.

 

Esto ha llevado a una crisis de seguridad condicionada por las estrategias de militarización del continente. El gobierno de los Estados Unidos fortalece su estrategia político militar implantando sus bases militares en Panamá. Traslada miles de marines a Costa Rica, apoya al ilegítimo gobierno de Porfirio Lobo fortaleciendo su presencia en Honduras. El Salvador es tomado. En México tienen el

 

Plan Mérida. Ocupan Haití con el pretexto de ayuda humanitaria. Implantan otras siete bases militares en Colombia, y todo esto con el aval de los “gobiernos dictatoriales democráticos” del continente.

 

Los gobiernos, pueblos y organizaciones que han resistido a las políticas de Washington y al poder de las trasnacionales petroleras, energéticas y financieras, entre otras, son amenazados por estos intereses. Las rebeliones populares de los oprimidos y oprimidas son mostradas a la opinión pública internacional como conductas injustificadas, subversivas o accidentadas de los más desprotegidos y pobres, y como revueltas a acallar cuanto antes a través de las armas y la seguridad pregonada, lo que termina convirtiéndose en criminalización de la protesta y más violencia.

 

Esta depredación social, económica, política y sobre la naturaleza, nos ha conducido a una crisis ambiental y climática que expresa la crisis del capitalismo como sistema. El capital trasnacional responde a ello con un proyecto de muerte.

 

Plantaciones de monocultivos, represas, minería y otras industrias extractivas, turismo depredador, agro combustibles y otros megaproyectos van desplazando a la población rural, y atentando contra la vida en los espacios urbanos, terminan con bosques, ríos, los pueblos y sus culturas.

 

El cambio climático fue advertido desde la década de los 80’s y en 1990 se alertó su urgencia. Sin embargo, hasta 1997 se propuso el Protocolo de Kyoto y fue hasta el 2005 que este entró en vigencia.

 

Durante 15 años aletargaron su compromiso. En esta etapa de negación, solo se logró obtener mayores emisiones de GEI a la atmósfera. Quince años enteros tuvieron que pasar para que gobiernos y empresas asumieran su responsabilidad. Sin embargo, sólo acordaron una reducción de GEI a un absurdo 5% respecto a las emisiones de 1990 cuando ya urgía en ese año un 80%. Por ello, el cambio climático tiene rostro y nombre: el sistema capitalista y sus empresas trasnacionales. Las grandes corporaciones y los países más ricos y desarrollados del mundo son responsables del 75% de la concentración de GEI en el mundo.

 

Pese a su poca utilidad en la defensa de la vida en el planeta por ser absolutamente insuficiente, los principales responsables de la crisis climática han hecho lo imposible por limitar y evadir el objetivo de reducción del 5%. Por ello, implementaron los Mecanismos de Desarrollo

 

Limpio (MDL), la distribución gratuita de créditos de carbono y otros esquemas para incluir el carbono al mercado y no sólo evadir la responsabilidad ambiental planetaria, sino lucrar para enriquecer sus bolsillos con la misma crisis que han generado.

 

Con estas políticas depredadoras, lo único que hicieron fue acelerar el cambio climático y profundizar la huella ecológica.

 

En 2012 termina el compromiso de Kyoto y los principales causantes del calentamiento global intentan evadir nuevamente su responsabilidad y trasladar al Sur la obligación de absorber el carbono que su vida industrializada ha generado. Siguen apostando en las falsas soluciones para disminuir las emisiones de GEI que han generado con los agro combustibles, los MDL, las plantaciones de monocultivos de árboles como sumideros de carbono, las gigantescas represas como supuesta energía limpia, los proyectos de comercio de carbono en la minería, la fertilización del mar, el “Biochar”, y ahora el mecanismo REDD (Reducción de Emisiones por la Deforestación y Degradación), REDD+ y REDD Plus, que incluirían bosques, agricultura o labranza cero y al mar.

 

Todas estas falsas soluciones solo traerán mayor deforestación, privatización de bosques y expulsión de sus tierras y territorios de pueblos y comunidades indígenas, siendo mayor cada vez el número de migrantes víctimas y afectados por el cambio climático y por supuesto, también traerá mayor militarización.

 

Se realizan pactos entre burguesías y gobiernos tutelados. Trasnacionales, políticos, militares y algunas organizaciones no gubernamentales, acuerdan sitiar comunidades y espacios ricos en biodiversidad y recursos naturales, y custodiar megaproyectos con el fin de seguir privatizando las riquezas naturales del planeta.

 

Estas falsas soluciones solo traerán impulso a la producción transgénica. Ninguno de estos mecanismos reducirá las emisiones de los países ricos ni de las grandes corporaciones, siendo esta la única verdadera solución.

 

Por tanto, la COMPA

 

1) Rechaza totalmente el mercado de carbono y todas sus modalidades, así como los Fondos de Carbono de Naciones Unidas manejados por el Banco Mundial. ¡Fuera el BM del clima!

 

2) Rechaza los MDL y el mecanismo de REDD; así como los megaproyectos que están acabando no sólo con los pueblos originarios sino con la Madre Tierra. Invita a los movimientos sociales, campesinos y pueblos originarios, organizaciones de la clase obrera, a fortalecer las resistencias contra los megaproyectos.

 

3) Se identifica con el Llamamiento internacional hacia Cancún y nos sumamos a él en su enfrentamiento a las falsas soluciones que solo buscan reproducir más capitalismo, y en la exigencia de justicia climática demandando a los mayores causantes del calentamiento global a que asuman su responsabilidad y disminuyan sus emisiones, sin obligar a los países del Sur a ser sus “sumideros”, sin privatizar la vida, sin mercantilizar el planeta entero.

 

4) Invita a reforzar la lucha y encontrar estrategias de articulación y coordinación conjuntas contra la militarización del continente, en las que nos integremos internacionalmente con objetivos políticos y estratégicos comunes.

 

5) Se suma al llamado a la movilización en Cancún paralelo a la COP16 y se compromete a llevar a cabo movilizaciones en nuestros lugares de origen. Se suma al Diálogo Climático.

 

6) Rechaza el Sistema Capitalista y se compromete en la búsqueda de nuevas formas de vida digna, que incluya la defensa del compromiso con nuestras culturas ancestrales.

 

7) Ratifica nuestro compromiso de hacer alianzas multisectoriales, multitemáticas, multiregionales; entre pueblos originarios, campesinos, urbanos, obreros, etc.

 

La COMPA se ha definido desde su concepción en el año 2000 como un movimiento anticapitalista y en búsqueda de alternativas para transitar a un nuevo sistema de vida. En octubre de 2010 la COMPA cumple 10 años en los que sus organizaciones y movimientos hemos luchado contra las manifestaciones del sistema capitalista, en resistencia, pero también transformando. Estamos viviendo una fuerte disputa entre dos proyectos: uno que va por la muerte, impulsado por el capitalismo, apostando por el enriquecimiento de unos pocos con el costo de la vida de muchos. Y el otro, el nuestro, que apuesta por la justicia y la vida, en el que los pueblos damos pasos por la integración, la solidaridad, y la movilización en resistencia. Con este proyecto, COMPA ratifica su compromiso total.

 

Después de estos diez años, la COMPA sigue en lucha,

 

CONTRA EL MERCADO DE CARBONO!

 

CONTRA LOS AGROTÓXICOS!

 

CONTRA LOS AGROCOMBUSTIBLES!

 

CONTRA LAS REPRESAS!

 

CONTRA LOS MONOCULTIVOS!

 

CONTRA LAS SEMILLAS TRANSGÉNICAS!

 

LA COMPA SIGUE EN LUCHA POR LA VIDA!

 

Convocamos a sumarnos todos y todas al diálogo climático en Cancún y a exigir:

 

¡¡FUERA LAS IFI`s DEL CLIMA!!

 

¡¡FUERA LAS BASES MILITARES!!

 

Desde las organizaciones miembros, nos comprometemos con el deseo:

 

¡¡¡LARGA VIDA A LA CONVERGENCIA DE MOVIMIENTOS DE LOS PUEBLOS DE LAS AMÉRICAS (COMPA)!!!

 

Campaña ¡Justicia Climática Ya! El Salvador.

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Las luchas sociales contra las represas


Francisco López Bárcenas


En México, como en gran parte del mundo, las presas y represas se han convertido en un problema para los habitantes del los territorios donde se construyen, y de manera indirecta para toda forma de vida. Concebidas como instrumentos para la generación de energía eléctrica, aumentar la superficie de riego cultivable o contener el desborde de los ríos y evitar las inundaciones, el tiempo de vida útil que llevan, la sedimentación por la falta de mantenimiento, pero sobre todo, el cambio de sus fines sociales para favorecer los intereses del gran capital trasnacional, han contribuido a que ahora resulten un peligro. El problema aumenta cuando se descubre que estas grandes obras hidráulicas se construyen sin respetar los derechos de los dueños de las tierras sobre las que se asientan, lo que en la práctica se convierte en un despojo.

El problema no es de ahora. Diseñadas a partir del modelo proporcionado por la Comisión del Valle de Tennessee, Estados Unidos, desde la década de los años 30 del siglo pasado, las grandes presas hidroeléctricas de México han provocado desplazamientos de asentamientos humanos, destrucción de pueblos indígenas, alteración de los ecosistemas y formas de vida; afectaciones que son ignoradas a la hora de las indemnizaciones, donde sólo importa el valor catastral de la tierra afectada. Como ejemplo de lo que no debería repetirse están las presas de La Angostura y Chicoasén, en el estado de Chiapas; la Miguel Alemán y Cerro de Oro, en Oaxaca; El Caracol, en Guerrero; la 02 en el estado de Hidalgo, y Luis Donaldo Colosio, en Sinaloa. Todas ellas desplazaron a miles de indígenas de sus lugares de origen y provocaron alteraciones al medio ambiente, daños de los cuales nadie se hizo responsable. El caso extremo es el de la Miguel Alemán y Cerro de Oro, donde después de más de medio siglo de construida, los chinantecos afectados siguen reclamando su indemnización.

Hay casos de presas proyectadas donde los pueblos que iban a ser afectados por su construcción reaccionaron a tiempo y lograron detenerlas. Uno de ellos es la presa San Juan Tetelcingo, en el estado de Guerrero. Proyectada para construirse en el año de 1990 sobre el río Balsas, generó el rechazo de los 22 pueblos que iban a ser afectados, quienes iniciaron un movimiento de resistencia que combinó movilizaciones populares, cierre de carreteras, denuncias internacionales y lucha legal centrada en el respeto a los derechos de los pueblos indígenas, que en esos años adquirían revuelo por la cercanía de los 500 años de la invasión europea a América. Después de dos años de resistencia, la obra fue cancelada. La importancia de esta lucha radica en que mostró que es posible detener las obras públicas cuando se esgrimen razones y derechos, y se logra aglutinar fuerzas para hacerlo, dejando atrás el discurso de quienes afirman que contra el Estado nada es posible.

A partir de esa lucha han aumentado las resistencias populares contra las represas. No porque quienes participan de ellas estén en contra del progreso y el desarrollo, como sugieren ciertas posiciones políticas y económicas interesadas, sino porque están en contra de ese tipo específico de desarrollo que se funda en cancelar las posibilidades de bienestar de las mayorías para favorecer los intereses particulares de unos cuantos. Dentro de estas luchas se encuentran los indígenas oaxaqueños que serán afectados si se construye la presa Paso de la Reina, los guerrerenses que se oponen a la construcción de La Parota y los jaliscienses de los poblados de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, que se oponen a la construcción de la presa en el poblado de El Zapotillo. Existen otros casos, evidentemente, pero estos tres ejemplifican las luchas sociales contra las represas.

Precisamente en el pueblo de Temacapulín se realizará del 2 al 6 de octubre el tercer Encuentro Internacional de Afectados por las Presas. En el encuentro, donde se espera la participación de más de 300 delegados de todo el mundo, preocupados por este tipo de problemas, se compartirán experiencias, se desarrollarán estrategias colectivas de resistencia y se acordarán mecanismos para fortalecer el movimiento internacional para defender los derechos de los afectados. No es casualidad que esta reunión internacional se realice en Temacapulín; en esa comunidad se está desarrollando una lucha contra los intereses del gran capital, peleando por su sobrevivencia, para no permitir que hundan su historia bajo el embalse del proyecto de la presa El Zapotillo, que desde 2005 el gobierno de México y el del estado de Jalisco impulsan, sin tomar en cuenta la voluntad de los habitantes de este territorio. Las luchas de resistencia por una vida digna siguen. Y avanzan, a pesar de todos los esfuerzos por detenerlas.

 

 




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